Ya ha llegado marzo y ha tocado calzarse las zapatillas para
volver a peregrinar rumbo al Castillo de
Javier, donde cada año visitamos al santo y damos muestra de nuestra Fe.
Tras la invernal experiencia vivida el año pasado, este
hemos disfrutado de una caminata de los más agradable y primaveral con
compañeros y amigos.
Como es habitual 9:15 de la mañana y citados en la puerta
del colegio, esperamos a que los autobuses lleguen para poder emprender el
camino, el cielo esta azul y nuestras energías al máximo.
Por el camino vemos decenas de peregrinos que ya han
comenzado su camino, algunos desde Noain y otros desde sus casas. Por fin
llegamos a nuestro destino, “la venta de Judas” tenemos por delante 18km hasta
el Castillo de Javier. A tras hemos dejado a los zagales más mayores que
comienzan su peregrinación desde el alto de Loiti.
Nuestra primera tarea es hacernos una foto al comienzo del
camino.
Hace una temperatura ideal, el solecito nos da de frente y
el viento nos empuja por detrás. Paso a paso avanzamos hacia Liedena donde
realizamos una pequeña parada y nos encontramos con el pequeño grupo de zagales
que ha salido desde Noain. Les dejamos almorzando y continuamos nuestro camino
hasta Sangüesa donde tomamos aire, almorzamos y descansamos.
Tras este descanso emprendemos nuestra última etapa de 8 km
hacia Javier. Poco a poco vamos superando km mientras contamos cruces, 1,2,3.. Por
fin hemos llegado a la 8, comienza el descenso tras un larga y dura subida… 9,
10, 11… y 14! Continuamos bajando un poquito más hasta encontrarnos con un
claro en el que vemos perfectamente el castillo de Javier. Aquí esperamos al
resto del grupo para poder hacernos una foto final y seguir bajando hasta la explanada…
Lo hemos conseguido ya estamos en Javier. Ahora toca comer,
descansar y comprar algún que otro recuerdo que llevar a padres y abuelos…
aunque también nos damos algún que otro caprichito… nos lo hemos ganado,
pirulis, helados, granizados…. Ummm ¡Que ricos saben después de un gran
esfuerzo!
Esperamos en Javier a que vengan el resto de compañeros. Una
vez todos juntos nos preparamos para la eucaristía. Donde nos recuerdan que el
próximo año será el 75 aniversario de las Javieradas.
Cansados pero alegres volvemos a nuestras casas a sido un
día, largo pero en que nos lo hemos pasado genial… Sin ninguna duda… el año que
viene más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario